he pasado muchas noches buscando figuras en las constelaciones, pero nunca he visto nada. los mapas estelares están llenos de figuras impresionantes, pero se necesitan mucha imaginación, mucha nostalgia o muchos transtornos para encontrar una osa o un hombre con cuerpo de caballo. necesitaría números en el cielo y un lápiz enorme, una computadora con un telescopio, cualquier tecnología barata y difícil de usar. necesitaría la cursilería que me viene sólo cuando estoy escribiendo en el blog, frente al monitor. necesitaría arneses cuando veo el cielo de la noche. para no sentir vértigo ni enormes angustias, para no llenarme de preguntas caóticas.
no es triste, sin embargo, carecer de la imaginación necesaria. no es triste no tener el seso lleno de dragones y de magos y de hadas castrosas saltarinas. el mundo es gigante. no necesito de la chaqueta mental para evadir el aburrimiento, no necesito el espíritu del poeta. los poemas me entretienen, me llenan de satisfacción ególatra cuando consigo interpretar uno, pero los poetas son insoportables. los soñadores también. las calles, los hoteles, las luces, la miseria, la maldad y la compasión humanas me son suficientes. me bastan. no se necesita nada más para tener combinaciones infinitas.