jueves, junio 10

quiero un arma

es gracioso que los narcomatones amenacen a tres babosillos nayaritas que torturaron hace meses a un perro. es gracioso que los narcomatones tengan compasión, que se la guarden un ratito y que explote de esa manera, de repente y a lo pendejo. que no se acuerden de su madre cuando tienen qué ir a exterminar a un pobre zoquete, que no sientan nada cuando una persona llora por su vida, que todo sea asunto de negocios y que los negocios justifiquen tantos y tantos muertos. pero a los narcomatones los conmueve un perro. y no es que el perro no conmueva, es que es ridículo que sea lo único que los conmueve. ver: el blog del narco.

es también gracioso que un border patrol cruce la frontera para matar a un niño que le hizo un poco de burla, y que no tenga el suficiente sentido común ni la suficiente madurez para evitar la confrontación con un menor de edad. es gracioso que un niño le hiera tanto el orgullo, que el patrullero tenga el orgullo tan al borde del abismo. es gracioso también que luego, de la forma más maricona (y no me refiero a la onda gay, hay muchos gays nada maricones), lo niegue todo, que diga que lo estaban apedreando unos indocumentados (un indocumentado nunca apedrearía a un border patrol, por puro sentido común), que diga luego que el ejército mexicano le apuntó con enormes armas luego de su crimen, que se cagó de miedo, que es inocente. ver: cualquier periódico.

y es gracioso que el ejército mexicano mate con tanta libertad y lo niegue luego. si lo aceptara simplemente, no nos quedaría otra que decir: "sí, ya sabíamos que ustedes eran unos culeros, pero ¿qué vamos a hacer al respecto? nada. no haremos nada". ¿de qué se protegen? ¿temen que entre nosotros esté dios? si existiera dios..., ah, ojalá existiera. o quizá y ojalá, un día, todos tengamos un arma, y al borde de la tensión, a ver quién se atreve a disparar primero. ver: cualquier esquina de una ciudad importante al norte de méxico.

ya sé que todas estas denuncias son, además de inútiles, obvias. como cuando uno dice "político ladrón". pero es que no es indignante, ni siquiera una denucnia. es gracioso, ridículo, idiota. es un gran chiste negro. he reído toda la mañana.