Como Jason, como Freddy Krugger, hay cosas que no se mueren nunca, que son ridículas hasta dar risa, que son agradables, por lo menos para el espectador que se divierte con ellas. Nancy sufrió mucho perseguida por Freddy, y mientras ella sufría nosotros reíamos de sus sueños macabros, del dedo que su perseguidor se cortaba infinitas veces, de los chistes oscuros, de la estupenda imaginación espectral.
Los fantasmas son inmortales. Y no necesitan nuestra voluntad, tienen la suya propia. Dejan rastros en lugares estratégicos para regresar al más acá después de que los exorcisemos. Algunos nunca nos harán daño, sólo no nos dejarán dormir, sólo nos harán travesuras. No les podemos escupir porque parece que la saliva los atraviesa. Lo peor que se puede hacer, según vi en actividad paranormal, es conseguir una ouija para preguntarles quiénes son y qué coño es lo que quieren. Quieren revivir. Siempre revivir o vengarse. ¿Qué más me interesa saber? Tratar de saber más es tentar el coño de la novia del diablo.
Por eso prefiero tiburón, donde le atascan el hocico a la bestia con unos tanques de oxígeno para después volarle la cabeza. Y la bestia no vuelve a molestar.
Lo que no me mata me hace más desconfiado, lo que no me mata me hace más viejo, etcétera. Buena canción del cuarteto de nos. Se llama malherido. Aunque parece como de los babasónicos, según me dijeron, y odio a los babasónicos por una razón que no puedo comprender, la canción me pone con ganas de chupar. Vodka o cerveza. Con clamato y mucha salsa tabasco. Ajúa. ¡Ajúa!
jueves, noviembre 26
jueves, noviembre 19
detrás de los párpados los ojos están siempre abiertos
¿Y qué hay de malo en la evasión? ¿Qué hay de malo en la gente que un día escapa de todo y no mira hacia atrás? ¿Qué tiene de malo escupirle al pasado, dejar las cosas como están, continuar con las piernas llenas de espinas aunque lo que haya al final del camino sea un pastel de mierda? ¿Es mejor morir con todo solucionado, sin ningún pendiente, para que el espíritu de uno descanse en paz y no ande molestando a los vivos y a los jodidos? Vendrán nuevos problemas, nuevos asuntos, nuevos pendientes. Llego tarde a todos lados porque siempre hay algo qué hacer: lavarme, darle comida a los gatos, bañarlos, jugar en la computadora, arreglar la computadora, lavar los trastes o ensuciarlos, regar las plantas, olerlas, mearlas, masturbarme, buscar las llaves. Estoy convencido de que lo mejor es llegar temprano y con la ropa sucia, o tarde y reluciente, aunque se diga en todos lados que a quien madruga dios lo ayuda. Yo quiero dormir suficiente como para no estarme quejando en el trabajo (otro problema). Por eso no critico a los aficionados que lloran porque su equipo perdió ante el américa, o por los que ven con emoción los triunfos de las chivas o de los pumas, o del real madrid. Por eso no veo con asco las telenovelas ni las caricaturas, ni las películas de lars von trier. Por eso no quiero saber mucho más. Lo poco que sé me basta para torturarme o para vivir feliz, o las dos cosas. Reparar los problemas es, al final, otra forma de evadirlos. Mi conclusión siempre es una pregunta: ¿quién es más cobarde, un suicida o un amante de la vida?
Anónomo, quien quiera que seas, me han gustado todos tus libros.
jueves, noviembre 5
Nueva entrada
Todo lo que sé lo aprendí jugando. Si nunca hubiera tocado el nintendo, si no hubiera descubierto todos los secretos del mario bros 3, no sería ahora bueno arreglando computadoras. En realidad, lo que me dejó el mario bros 3 fue una habilidad para perder el tiempo sin caer en la desesperación. Soy capaz de estar horas y horas mirando un asunto, y soy capaz de soñar con él y de no comer a gusto si no puedo solucionarlo. Cuando no puedo con un problema, se me queda en el corazón, se me pudre ahí, me apesta todo por dentro. Hay muchas cosas que no he podido solucionar, y mi corazón es pequeño. Hacerme una incisión con un bisturí es peligroso. Todo en mí huele mal ahora, mi aliento es insoportable. No quiero problemas, sólo aceptaré trabajos sencillos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)