miércoles, enero 12

De los días en los que apenas me soportaba queda un esfuerzo idiota por saber qué es lo que sobrevive fuera del recuerdo. Si alguna vez extrañé la exageración de la desesperanza fue esta noche, entre hace cinco minutos y el instante que acaba de pasar. Lo que viví no podré volver a vivirlo porque no quiero, pero nada me hará olvidarlo jamás. No sé si ha valido la pena, pero es mi vida. Mi vida. Y aunque mi vida sea una paja en un pajar, y mis aventuras el producto de la ingenuidad y la inmadurez y la ira de que el mundo sea tan inmenso y los sentidos tan dependientes de la memoria, esta vida es mi vida. Y mi vida vivida y la que viene las lego a la niña de mis inspiraciones cursis, que es la niña consentida de la niña cursi de mis ojos cursis.