martes, marzo 24

esperanza

en la última casa de la calle donde vivo hay un hombre con la bitácora llena de fracasos. jura que un día, cuando el concentrado de condiciones adecuadas esté bien cocido, se levantará y provocará una epidemia con la rabia que lo está torturando.
sus enemigos están muertos desde hace quince años, y las piernas ya no le funcionan bien, pero aún escucho sus insultos cuando camino por su banqueta y memorizo sus promesas negras.
esta mañana le dejé en la puerta un manual con instrucciones para construir bombas caseras. espero con toda mi alma que recuerde todavía cómo leer.