lunes, julio 2

mejor haga caso, o le doy un balazo

el gran rockdrigo murió aplastado. lo atrapó la ciudad. vino de tamaulipas y ya no regresó. quizá tampoco quería regresar, eso no lo tengo de cierto, el caso es que el de efe lo masticó entre sus muelas de concreto.
han pasado varios años desde entonces, casi 22, y nada ha cambiado. bueno, la vieja ciudad de hierro se hace cada vez más vieja, el metro balderas se llena con cada vez más gente, no hay trabajo, más veloces sombras se escurren silenciosas. un ritmo acelerado reina, tan acelerado, que la ciudad no tiene tiempo de cambiar. su vida, porque esto no está muerto, está envejecido y lleno de mugre nada más.
ojalá tuviéramos una vida nocturna más activa, para ver más de cerca; en la noche, los sueños revelan los rollos fotográficos que el día almacena.
con los de la foto atravieso ahora las avenidas, los bares y los oxxos en busca de un buen sitio para observar. llevamos un bufón, para que nos explique los chistes que veamos, porque todo esto es una broma mal contada.