miércoles, junio 27

¿mentira?

había algo urgente de lo que yo quería hablar, pero ahora no recuerdo. mis ideas se han vuelto caóticas, ya no obedecen a ninguna estructura. ayer hablaba de la mentira, hoy me parecen absurdos los argumentos que usé. las palabras me llegan sueltas, sin ensamble, y no sé qué puedo hacer para remediarlo. extraño los tiempos de soberbia, en los que podía armar conceptos con mucha facilidad. he perdido mis capacidades de abstracción y de asombro, y cada vez me hundo más en el problema. no me quejo, sin embargo, porque sigo pensando que si el progreso no existe tampoco el retroceso puede existir. esto debe tener sus ventajas: por ejemplo, la imbecilidad de disfrazar las emociones se me ha borrado casi por completo. la imbecilidad de la indecisión también. en cierto sentido, toda esa basura conceptual era un estorbo para enfrentar la realidad inmediata. la necesidad de comer se ha vuelto más tangible. el amor parece menos complicado.
me preguntaron hace poco que si me leían las cartas. necesitaba una duda explícita, y no pude formular alguna. no es que lo sepa todo, o que nada me falte, pero demonios, no había nada allí. lo que busco lo encuentro en los libros, quiero a una mujer que creo que empieza a quererme, me invento lo que necesito con trabajos, pero me lo invento a tiempo. ¿qué le podía pedir al oráculo? y si me encontrara al genio de la lámpara, sería lo mismo. los problemas vienen y se resulven casi solos. mis deseos cambian constantemente, no he dejado de desear. no me he convertido en nihilista (durante algún tiempo pensé haberme convertido en uno), cada vez me siento más a gusto.
lo preocupante es que la comodidad hace que dejemos de movernos. (pronto me preguntaré por la necesidad del movimiento). pero quizá todo esto sea una mentira.