sin embargo, me he enterado por medios misteriosos y sorprendentes de que estamos a mano, porque no fui yo quien disparó primero. así que, como sé que no dejarás de odiarme, ahora yo también te odiaré a ti y me burlaré de todas las desgracias que te ocurran como tú te has divertido con las mías. haré chistes con tu dolor, y, cuando duermas, como no estemos juntos y borrachos, enviaré a mis duendes nocturnos para que te azoten las costillas y te tiren de la cama. así estaremos cerca de lo justo, que es lo que me interesa, aunque el buen nietzche me haga caras de desprecio.
firma lo que ha quedado del totis.