Yo sé que ni por poquito las cosas se parecen. Si has viajado, debes estar mucho más lejos. Aquí la cultura ni siquiera es distinta. Sin embargo, la sensación de estar en otro lado igual te pica en el cuello.
Las calles pequeñas, la gente sin maldad (y con malicia, que no es lo mismo), las tiendas con su barato aguardiente "Viva Villa": no es muy diferente. También por acá hay darquetas, calles de electrónica (como República del Salvador en el D.F.), y borrachos y vagabundos. La ciudad de Querétaro despierta con una pieza de pasito duranguense. Me gustaría escribir que ojalá estuvieras aquí para que, juntos, exploráramos las calles de este minimonstruo lleno de tacos liliputienses de cuatro pesos, pero la verdad es que no quiero que las cosas sean así. Que bueno que no estás. Que bueno. Y que malo no haber traído una cámara.
Las calles pequeñas, la gente sin maldad (y con malicia, que no es lo mismo), las tiendas con su barato aguardiente "Viva Villa": no es muy diferente. También por acá hay darquetas, calles de electrónica (como República del Salvador en el D.F.), y borrachos y vagabundos. La ciudad de Querétaro despierta con una pieza de pasito duranguense. Me gustaría escribir que ojalá estuvieras aquí para que, juntos, exploráramos las calles de este minimonstruo lleno de tacos liliputienses de cuatro pesos, pero la verdad es que no quiero que las cosas sean así. Que bueno que no estás. Que bueno. Y que malo no haber traído una cámara.