miércoles, octubre 24

¡tiempo de calaveritas!

un conocido enano sacaba hoy tierra en el panteón:
muy grande su hoyo hacía, pues quería una mansión.
el sexenio terminaba, y esperaba redención
el saliente mandatario que llamaban calderón.

sillas, camas, mesas e incluso una gran televisión

metía ya el enano en su pútrida creación;
en la entrada una piscina y más allá calefacción
pa pasar la muerte entera sin menor preocupación.

y que llega la huesuda echando pestes por delante:

"el sexenio me pusiste a trabajar de tu ayudante,
muchos huesos tú enterraste y hasta heces de elefante,
ya llenaste el camposanto con tu estilo tan galante;

un espacio te reservo del tamaño de los guantes

que cubrían tus manos limpias cuando entraste tan campante
ensuciando con tus patas de vaquero alucinante
el país tan desgraciado del que fuiste gobernante."

nuestro enano se espantó, ¡horror!, con palabras tan directas;

un tequila, pronto pronto, ¡que se enfrían ya las piernas!,
sus huesitos ya él hacía en la gloria dizque eterna,
¿pero ahora dónde mete sus chivitas predilectas?

"no te apures, mi colega, que yo trabajo sin prisa;

el huequito te lo guardo en lo que le queda a tu vida,
en la cárcel ya te espera una tan tremenda... recepción
¡que huequitos donde quepas te sabrán a salvación!"

jueves, octubre 18

nudos

hace tiempo que no escribo una entrada para este blog. ya ni siquiera pienso que alguien pueda leerlo. antes era posible, porque aunque me ausentaba durante meses, había alguna regularidad. pero dos años abandonado, y encima que no pongo vínculos para descargar cosas interesantes, ni información valiosa sobre cómo fabricar artefactos útiles, ni rage comics, ni nada de nada... todo me hace quedar jodido. hubo un tiempo en el que detestaba los puntos suspensivos. ahora cada vez los uso más cuando escribo, y no sé de qué vendrá... dejé de fumar y no pienso volver a hacerlo, aunque identifique momentos en que me caería bastante bien: me dijeron en una clínica antitabaco que respirar hondo bastaba. yo les creí, porque sabía que casi siempre basta con creer.

creer no es fácil, porque primero hay que valorar aquello en lo que se cree. por eso uno no puede andar por la calle creyendo en todo lo que se pasea por ahí. uno elige en qué creer, y hay que elegir cuidadosamente. a veces no tan cuidadosamente: a veces uno es el elegido por las cosas en las que se cree. yo creía que debía dejar de fumar, y creí que respirar hondo bastaba, y ahora me creo lejos de los deseos del cigarro.

no soy un gran conocedor de fes ni creencias, pero una cosa muy importante sí debo decir: creer no es engañarse. el proceso de engañamiento ocurre cuando una persona cree una cosa distinta que la que se empeña en hacerse creer que cree. me parece importante decirlo porque cuando digo que creo las personas piensan que me engaño, y no es así. nunca ha sido así. diferencio muy bien los dos procesos.

vuelvo al hecho de escribir en el blog: lo hago porque algo pasa hoy que me hizo pensar en que es justo el momento en que fumaría. ni siquiera sé cómo llegué a este punto. siento como si hoy hubiera hecho algo mal y tuviera que colocar correctamente la pieza adecuada, y como si en el acto de vivir me hubiera distraído de algo más importante. en fin. no es la primera vez que me pasa y sigo aquí, porque es agradable sentir que uno sigue aquí. en la ignorancia no puede haber tragedias.