sábado, mayo 2

influenza metronómica

¿y quién coño soy yo para no hablar de la influenza?
ayer fue domingo, y mañana también será domingo. será domingo hasta el cinco de mayo, si las cosas no se ponen peor. luego, cuando todo salga bien, y las medidas de seguridad den resultado, el seis, será miércoles.
mis tiempos están enfermos desde que a un genio se le ocurrió que podíamos aprovechar la luz del sol una hora más todos los días durante seis meses y se inventó en horario de verano. se ponen peor porque nunca soy puntual y porque no puedo acomodarme un horario regular. estarán casi muertos cuando me dé influenza y esté dormido casi todo el día.
ya sé que son idioteces, pero cuando empiezo a pensar en estas cosas del tiempo no paro. se me viene el calendario encima. me preocupa que mis asuntos pendientes se queden así toda la vida. ojalá fuera como un gato, y me preocupara sólo porque mi caja de arena no está donde debería, porque mis raciones diarias no se han servido en el plato, o porque hay un dueño que me molesta y que me ataca con sus manos o me aplasta a veces las patitas con las suyas. ojalá tuviera el tiempo de un gato, el de una mosca o el de una tortuga galápago. apenas estornudo, me pongo paranóico.